Se denomina ibérico de bellota al cerdo alimentado a base de recursos naturales y bellotas. Para que un cerdo sea considerado ibérico de bellota, la Norma del Ibérico obliga a que los últimos 46 kilos de engorda del animal sean en libertad por la dehesa y con una alimentación a base de alimentos naturales como la bellota, la hierba y las raíces entre otros.

La dehesa es el paraje en el que crece y se alimenta el cerdo ibérico de bellota durante el periodo de montanera. En este paisaje se encuentran la encina, el roble, el alcornoque y el quejigo. El fruto de estos árboles es la bellota, pero cada uno proporciona un tipo distinto.

Los cerdos ibéricos entran en la dehesa durante el periodo de montanera, que comienza hacia el mes de octubre, con aproximadamente 15 meses de edad y con un peso de entre 92 y 115 kilos. Cuando finaliza el ciclo, en marzo, el animal pesa en torno a los 150 o 180 kilos. Es imprescindible que el cerdo sea adulto y con un desarrollo completo para recorrer la dehesa y obtener su alimento. Durante este periodo, el animal ingiere alrededor de 8 kilos de bellotas diarios.

Los cerdos entran en la dehesa con muy poca grasa en sus músculos para que durante la montanera se obtenga una grasa únicamente procedente de las bellotas, de ahí el sabor único y exquisito del jamón ibérico de bellota.